Devenir del prólogo
Publicado por Cristóbal Gómez , viernes, 27 de diciembre de 2013 1:14
¿Qué se puede transgredir cuando rotos tantos límites y
acuerdos sociales los “transgresores” se han sumado a los cánones y leyes
establecidas convirtiéndose en los conservadores del hoy? Lo que llaman
tolerancia se ha convertido en moneda de cambio de todos los días, supliendo
los valores humanos por los intereses. En la poesía sucede lo mismo, se hace
hincapié en la forma, para hacer el ojo pequeño ante el contenido, que muchas
veces guarda o pone bajo el amparo de la “poesía” ideas retrógradas que se
siguen imponiendo una y otra vez por conducto de millones de poemarios, al
imaginario del lector. Por eso el buscador de inicios nos dice: “La palabra
hizo el tema y no el tema a la palabra” “La humanidad se llamaba historia / y
era más redonda que la cara de Dios” “Porque el hombre busca los tesoros en la
facilidad, en los engaños” “Solo por usura / que transforma la tierra de nadie
/ en la tierra de algunos” “Por eso haberle cerrado los labios fue callar con
ella para siempre” “La muerte es un león que hunde sus garras en la cabeza /
devorándose los sesos, masticando las entrañas, / para irse pagado a descansar
a su lecho con nuestro nombre” “Por eso quiero decir adiós a todos los pueblos
/ alzar pañuelos a un sol ya sin luz / para que de esta despedida vuelva a
nacer / una nueva armonía que es vivir con el corazón / que es el corazón del
mundo que es / Nosotros”. Esto propone Browne Cruz en una época donde
cuestionar es transgredir y evidenciar las trampas de la literatura, engaños de
escritores, que en realidad solo son escribas; contrafactas para beneficios
oligárquicos.
Adriana Tafoya
[Prólogo a Revelaciones de un cuidador de inicios de Tomás
Browne Cruz, Ganador del I Premio Latinoamericano de Poesía Transgresora 2012]
Publicar un comentario